Hola compañeras y compañeros.
Someto a su acertado juicio este "Polvo" acerca del "afecto" y su incidencia en el desarrollo humano. Por supuesto, es mi muy limitado punto de vista y por lo tanto, quedo a la espera de sus comentarios en favor o en contra.
Gracias por su tiempo y su paciencia.
P.D.
en el Blog: enestainmensidadnuestra.blogsp ot.com encontraran un listado de casi todas las enfermedades y su estrecha relación con lo afectivo, que vale la pena leer; además el Blog es de una belleza especial
G: López
“SANA QUE SANA COLITA
DE RANA”.
Quién
de nosotros no recuerda esta mágica y terapéutica rima, aplicada a casi todos
los dolores de la infancia (físicos o espirituales ), que invariablemente, iba
unida a una caricia en la zona afectada, y que casi siempre, tenía como
consecuencia, la mágica vuelta a la calma y a la normalidad. (Yo la usé con mis
hijos y le agregué lo del “besito sanador”).
Su magia radicaba en el gran
contenido de “Afecto, amor, simpatía…” implícito en todo el proceso. Y es
precisamente, este tan olvidado e imprescindible “Afecto” y los sentimientos
afines, la materia de la cual tratará
muy básicamente este intento.
La enorme complejidad de las relaciones
afectivas, impide hacer aquí una
exposición más extensa. El afecto no debe magnificarse como una entelequia
espiritual ni angelical, sería mejor; para efectos de una mas ágil comprensión, considerarlo
en su forma más simple, como la: “Ayuda que necesitamos para sobrevivir”. Que
esa ayuda esté o no determinada por otros sentimientos, ya es objeto central de
la Psicología como ciencia que se ocupa del “Afecto” y del alcance que las relaciones afectivas
tienen sobre la conducta y la salud de los seres humanos (Biopsicología).
Si
consideramos el afecto básicamente como “la ayuda que necesitamos para
sobrevivir” entonces, este comportamiento queda enmarcado dentro de las necesidades
básicas del ser humano y adquiere la categoría de “imprescindible”,
especialmente para los más frágiles, aquéllos que están en los extremos de la
vida, las personas mayores y los niños: (Nuestros
hijos y nuestros estudiantes). Para ellos es tan necesario, que sin
afecto enferman, y no sólo del alma con disfunciones
psicológicas y del comportamiento; sino, también con enfermedades físicas, de sus
órganos. La carencia de afecto produce una sensible y peligrosa
disminución en las defensas, y en
consecuencia, más infecciones, también malnutrición y talla baja. En el pasado, estos efectos
perniciosos eran más notorios en los niños de orfanatos porque sufrían
una intensa y permanente deficiencia de cariño y estímulos. En la actualidad,
las consecuencias de la falta de cariño son menos evidentes en el desarrollo
físico, pero continúa siendo una causa de talla baja
Para
enumerar y entrar en detalle acerca de las funestas consecuencias de la falta
de afecto (Y del exceso del mismo), se necesitarían más de las cuartillas y de
los conocimientos de los que dispongo; por ahora, me contentaré con mencionar
que: "El déficit afectivo conduce además a los niños a inmadurez en el
desarrollo como persona, dificultad para relacionarse de adultos y
adolescentes, inadaptación social y quizás a la delincuencia". La falta de
cariño facilita los accidentes, tanto dentro como fuera del hogar, porque la
vigilancia y cuidados disminuyen, aumentando las intoxicaciones y accidentes,
causas importantes de enfermedad e incluso de muerte. Como los niños aprenden
sobre todo imitando (no con sermones ni consejos), pueden reproducir
en su edad adulta este
modelo poco afectivo, distante y frío de conducta, que luego puede tener
repercusiones sobre las relaciones personales de adultos.
El afecto se inicia nada más nacer, con las miradas y las caricias, al bebé,
incluso a los recién nacidos prematuros. En las siguientes semanas,
arrullándoles, hablándoles, alimentándoles y acariciándoles. El contacto
directo piel contra piel es sedante y gratificante para padres e
hijos. Más tarde, el afecto se expresa espontáneamente gracias al vínculo establecido por el roce, el contacto y el reconocimiento de esas
personas como cercanas. En los
siguientes meses y años, el afecto que los niños necesitan de sus padres se
administra mediante el juego, porque el mejor juguete del niño pequeño es su
madre o su padre. El juego es vital para los niños, representa su principal
actividad, y puede afirmarse que sin juego no hay salud: mientras un niño juega
está sano. En la edad escolar, el afecto y el cariño consiste en dialogar con el niño o la niña,
respetar sus opiniones y entender sus intereses. Para todo esto se necesita
tiempo, más en calidad que en cantidad.
Sin tiempo no hay roce, no hay contacto físico, verbal, ni visual; y sin roce
no hay cariño. Aunque los padres
dispongan de poco tiempo, (realidad difícil cuando no imposible de modificar en
muchos casos), por favor dediquen un poco de tiempo a cubrir afectivamente a sus
hijos, no a leer el periódico, ver la televisión o descansar. Juega, acaricia,
habla y respeta a tu hijo. Su salud mental y física te lo agradecerá.
El
afecto es como una vacuna que previene contra múltiples enfermedades, una
medicina barata, accesible a todo el mundo y sin efectos secundarios, para la
que no se necesita receta, manual de instrucciones ni conocimiento alguno. La
mayoría de los animales lo aplican con sus crías, miles de millones de humanos
ricos o pobres, cultos o incultos, inteligentes o no, lo han empleado desde
siempre con sus hijos. El nivel
de conocimientos o de entrenamiento para dar afecto a los niños, es ninguno.
Sólo se precisa disponibilidad y tiempo. Por desgracia, muchos padres actuales,
inteligentes, incluso bien situados social y profesionalmente no tienen tiempo
para 'inyectar' a sus hijos esta vacuna que no se puede adquirir en el mercado,
y que sólo ellos pueden aplicar.
Compaginar las legítimas
aspiraciones personales y profesionales de los padres con el tiempo necesario para aplicar este eficaz
medicamento es, imprescindible. Cuanto antes apliques la vacuna del
afecto mejor; unos años más tarde, no será tan efectiva. Te recomiendo una
vacuna de afecto todos los días.
esta muy lindo lo q escribiste te felicito porque esto es lo q a los padres jovenes les falta aprender... entre uno mas crece mas afecto necesita y mas afecto debe de dar
ResponderEliminarermilda