
La Guaira; un lugar tan recóndito que allí la luz llega cansada y el agua llega sudando; Pero para nuestra compañera Irene, es el mejor lugar del mundo y vale la pena resaltar que durante nuestras visitas a las sedes, sus estudiantes nos atendieron de una manera muy cordial y nos parecieron niñas y niños con una excelente fluidez comunicativa.La indeclinable capacidad de entrega a sus estudiantes y su pasmosa e infatigable creatividad la convierten en una verdadera Maestra de Escuela Nueva.

